Insectos en la gastronomía de lujo: Come bichos en restaurantes Michelin
La gastronomía de lujo está creciendo en el mundo de los insectos comestibles a un ritmo imparable. Muchos de los restaurantes Michelín más caros del mundo están incorporando bichos a diferentes recetas. La idea de que los insectos son para las personas pobres no es cierto tal y como demuestran los restaurantes lujosos para ricos. Este tipo de establecimientos donde un comensal está dispuesto a pagar miles de euros por una cena.
Aunque la comida hecha de insecto será la más barata algún día, sí que es cierto que en la actualidad, comprar los insectos comestibles sigue saliendo bastante caro y suponen un gran desembolso en la economía de las familias que se deciden a practicar la entomofagia. Esto se debe a la poca oferta y demanda que existe en aquellos países más occidentalizados y reticentes a alimentarse con insectos por temas culturales o prohibiciones religiosas respecto a la entomofagia.
¿Cuáles son los insectos comestibles más caros?
La carne de insecto suele ser la proteína animal más barata para comer en aquellos países en donde ya se ha extendido su crianza y comercialización a gran escala. Pero aun así, siguen habiendo insectos comestibles muy caros que poca gente se puede permitir. El precio por kilogramo de insecto siempre va a variar dependiendo de la ubicación, la especie, forma de crianza, acompañamiento, dificultad de la receta, calidad del restaurante…
Normalmente, los insectos más caros suelen ser los más raros, difíciles de criar y los exóticos de la región donde se compren. En esta adinerada lista están los Escarabajos rhinoceros de la gastronomía japonesa, las hormigas chicatanas o arrieras de México o los Escamoles de hormiga que pueden alcanzar 150-200 dólares por Kilogramo, un auténtico manjar de ricos.
Restaurantes Michelín de lujo con insectos en el menú
Los restaurantes de lujo también están incorporando bichos al menú degustación en algunos de sus platos únicos. Establecimientos caros con comida de calidad, creatividad, presentación, consistencia, ambiente, el servicio… Los insectos comestibles de lujo son aquellos que se utilizan en la alta cocina y en los restaurantes gourmet para crear platos innovadores y sofisticados. Estos insectos pueden ser más raros o difíciles de encontrar que los insectos comestibles más comunes y se utilizan en preparaciones muy elaboradas. En cuanto a restaurantes de lujo que ofrecen insectos en su menú, aquí hay algunos ejemplos:
Noma en Copenhague, Dinamarca (500 € / persona)
Restaurante de renombre mundial que es conocido por su enfoque en ingredientes locales y sostenibles. En los últimos años se está acercando los insectos comestibles a la dieta occidental con pruebas reales. En el invierno del año 2021 introdujo en su menú un plato con larvas de hormigas. Tienen un proyecto que consiste en trabajo de campo en América del Sur y Asia Oriental destinado a la búsqueda gastronómica de insectos para introducirlas prácticas culturales y culinarias occidentales.
Pujol en Ciudad de México, México (150 € / persona)
En la meca de los insectos comestibles, México, se encuentra un restaurante muy conocido y bien valorado, el Pujol, situado en la Ciudad de México. Este popular local tiene un menú degustación que suele incluir chapulines al pastor. Es decir, tacos mexicanos con tortitas y saltamontes acompañados con cebolla encurtida y piña asada. Pero eso no acaba ahí, si te animas a comer en este precioso lugar también podrás probar el Tamal de hormigas chicatanas, los Escamoles o incluso los conocidos gusanos de maguey.
Gaggan en Bangkok, Tailandia (400 € / persona)
El Gaggan es un mítico restaurante de tendencia india que suele tener algún plato elaborado con insectos. Famoso en toda Tailandia es su plato llamado «Lacto-fermented Zucchini with House-made Cheese and Ants». Una ensalada de insectos con calabacín lacto-fermentado, queso hecho en casa y hormigas como aderezo. Además, el Gaggan también suele servir saltamontes tipo locustas en un plato con ensalada y espuma de queso. Este restaurante liderado por el chef Gaggan Anand es considerado uno de los mejores del mundo pero también de los más caros, una experiencia inolvidable.
El Celler de Can Roca en Girona, España (150-250 € / persona)
El Celler de Can Roca es un restaurante con tres estrellas Michelin en Gerona, España. Es conocido por su creatividad, excelencia, enfoque innovador y creativo de la gastronomía culinaria. Aunque el restaurante no tiene un enfoque concreto en los insectos comestibles si que ha presentado platos con insectos. Conocidas son sus recetas con insectos como un curioso postre con hormigas bañadas en chocolate o su plato «Tierra». Esta lujosa preparacion presenta ingredientes naturales como raíces, musgos, hierbas, flores además de hormigas. Tal es su pasión por la comida con bichos que los propios hermanos Roca han salido en televisión hablando en programas infantiles de gastronomía (MasterChef Kids) sobre los diferentes insectos comestibles.
DiverXO en Madrid, España (250-365€ por persona)
Este conocido restaurante con tres estrellas Michelin llevado por Dabiz Muñoz ha experimentado alguna vez con recetas de insectos comestibles. Famoso es su plato llamado «La Ensalada de la Vida» con escamoles (larvas de hormiga) servidos en un plato con cebolla y mole negro. Este novedoso plato incluye hormigas culonas encurtidas y tostadas. David Muñoz ha mencionado en multitud de ocasiones que le gusta experimentar con nuevos ingredientes y sabores, como los insectos comestibles, por lo que será normal seguir viéndolos en el futuro.
Sud777 en Ciudad de México (100-150€ por persona)
Sud777 es un restaurante creativo muy conocido de México y que se especializa en la cocina contemporánea mexicana con ingredientes de proximidad y menú degustación. Llevado por el chef mexicano Édgar Nùñez, el Sud777 ha incorporado insectos en el menú, por ejemplo, cocina hormigas chicatanas como acompañamiento a una mole de hongos. Las chicatanas se tuestan con un poco de especias, sal y limón y se añaden directamente al plato, dando un resultado sabroso y muy crujiente.