¿Qué insectos no se pueden comer? Bichos no comestibles peligrosos para personas
Los humanos comemos hasta 2000 especies de insectos diferentes. Se pueden comer solos o en recetas con insectos junto con otros alimentos, pero, ¿Podemos comerlos todos? ¿Hay especies que suponen peligro para nuestra salud? ¿Qué bichos debemos evitar si queremos practicar la entomofagia?
Insectos venenosos
El veneno es una sustancia tóxica que puede causar daño o muerte al afectar diferentes partes del cuerpo, como el sistema nervioso, cardiovascular o respiratorio. En la naturaleza, muchos insectos han segregado veneno para protegerse de depredadores o para capturar a sus presas. Muchos de los bichos que segregan veneno se pueden comer si son tratados de forma correcta pero eso no siempre sucede. Existen especies venenosas que pueden causar enfermedades graves o incluso la muerte si se consumen por el ser humano. Hay clases de arañas y escorpiones, por poner un ejemplo, que han desarrollado un veneno altamente mortal para nosotros. Esta clase de bichos no comestibles es fácil de reconocer por sus coloridos vivos o leyendas salvajes como la viuda negra, la reclusa parda, los escorpiones amarillos…
Insectos que se alimentan de plantas tóxicas
En la naturaleza existen insectos capaces de alimentarse de plantas tóxicas para los seres humanos. Este tipo de bichos, como la oruga peluda de la polilla de la muerte, mariposas monarca o la polilla de la adelfa, tienen que ser evitados a toda costa ya que podrían causar intoxicaciones en las personas que los consuman.
Insectos que pueden causar reacciones alérgicas
Es muy común encontrarse con personas alérgicas a alguna proteína animal como los mariscos, moluscos, lácteos… y lo mismo puede ocurrir con los insectos. Si ya tienes alguna alergia alimentaria conocida, es posible que también tengas alergia a los insectos. Será mejor que consultes con tu alergólogo y comas en pequeñas cantidades para probar tu tolerancia.
Insectos que se alimentan de cadáveres y materia fecal:
Algunas especies de insectos son los encargados de descomponer las heces y los animales muertos en la naturaleza. Estos insectos que se alimentan de desechos orgánicos pueden ser portadores de bacterias y enfermedades graves. Nuestra recomendación siempre será la de evitar comer bichos de este tipo como las moscas de la carne, los escarabajos necrófagos o chinches asesinas.
Insectos que contienen metales pesados
Los insectos que viven en áreas con altos niveles de contaminación pueden contener metales pesados como plomo y mercurio en sus cuerpos, lo que puede ser perjudicial para la salud humana si se consumen. En esta clase ya no solo dependerá la especie de insecto que pensemos comer, si no también su hábitat de cría y alimentación. Desde grillos domésticos, hasta escarabajos, la especie no importa si se alimentan de suelos ricos de metales pesados. Los metales pesados como el Cadmio, el Plomo o el Mercurio son elementos químicos que pueden tener efectos negativos en la salud humana tales como daño neurológico, problemas reproductivos, problemas respiratorios, daño hepático o renal y problemas cardiovasculares.
Insectos que producen toxinas:
Muchas clases de insectos pueden producir toxinas de forma natural para protegerse de depredadores u tras funciones. Estas toxinas son en ocasiones usadas por la industria farmacéutica para hacer medicamentos con insectos pero existen otras que pueden ser perjudiciales para los seres humanos si son ingeridas. Por ejemplo, las polillas del género Zygaena son capaces de producir cianuro de hidrógeno, un compuesto altamente mortífero en las personas o algunas especies de escarabajos que contienen cantharidina, lo que puede causar ampollas y ulceraciones en la piel y órganos internos.
Insectos que contienen altos niveles de histamina
La histamina es una sustancia importante en el cuerpo humano, pero cuando se produce en cantidades anormales, puede causar una variedad de síntomas y problemas de salud como la sensibilidad a la misma. La histamina es una molécula que actúa como un neurotransmisor y una sustancia inflamatoria en el cuerpo humano. Existen algunos insectos que pueden contener altos niveles de histamina, bien de forma natural o por una mala conservación, lo que puede provocar una reacción alérgica en esas personas que tienen la sensibilidad alta. Ejemplos de estos insectos no comestibles incluyen las hormigas rojas y algunas chinches.
Insectos que contienen sustancias urticantes:
Algunos insectos, como las orugas peludas, pueden tener pelos urticantes que causan una reacción alérgica en la piel o en las vías respiratorias. Si se consumen, estos pelos pueden irritar el sistema digestivo y causar náuseas, vómitos o dolor abdominal. En general, cualquier insecto con pelos o pinchos deberán ser investigados a profundidad antes de ser devorados con seguridad.
Insectos que parasitan o se alimentan de sangre
En general, no se recomienda comer insectos que se alimentan de sangre o que parasitan a otros animales, como pulgas, garrapatas, mosquitos y sanguijuelas. Esto se debe a que estos insectos pueden transmitir enfermedades peligrosas a los humanos a través de su saliva, heces, sangre o fluidos corporales. Es muy conocido que las garrapatas pueden transmitir enfermedades muy peligrosas como la de Lyme, mientras que las pulgas pueden transmitir la peste bubónica, por ejemplo. Los mosquitos también puedes pasar enfermedades a las personas como la malaria, el dengue o el virus del Nilo Occidental. Y tampoco hay que olvidarse de las sanguijuelas pueden transmitir enfermedades como de Lyme y la fiebre recurrente.