Cochinillas: el insecto que más comemos, sin saberlo
Aunque tu idea sea la de no comer insectos, lamento informarte de que ya los estás comiendo, y a diario. Algunos colorantes alimentarios se elaboran a partir de insectos, y se utilizan comúnmente en la industria alimentaria para dar color a los alimentos y bebidas.
Estos colorantes procedentes de insectos se añaden a todo lo que puedas imaginar: helados, yogur, bebidas energéticas, alcoholes, refrescos, bollería… Incluso la cafetería Starbucks utilizaba los colorantes de cochinilla en muchos de sus cafés, helados y donuts, hasta que se hizo viral y los sustituyeron por alternativas más éticas. La industria cosmética también utiliza estos insectos para fabricar colorantes para la piel, pintalabios y otros productos de maquillaje.

Colorantes de origen natural
Estos colorantes a menudo se denominan «colorantes de origen natural» y son una alternativa más sostenible y saludable a los colorantes artificiales, ya que no contienen aditivos químicos artificiales. A pesar de ser naturales y sostenibles, los colorantes extraídos de las cochinillas no están bien vistos y suelen clasificarse con otros nombres por temas éticos, morales o prohibiciones religiosas. Los colorantes de origen natural son aquellos que se extraen de fuentes naturales, como plantas, animales, minerales pero también se incluyen los insectos, como las cochinillas.
La Cochinilla, el insecto más usado en colorantes
Entre los insectos utilizados para elaborar colorantes alimentarios se encuentra la cochinilla, Dactylopius coccus Costa, ya que sirve para producir el colorante rojo carmín, también conocido como ácido carmínico, oro rojo o extracto de cochinilla. La cochinilla es un insecto que vive en plantas de cactus, es muy común en América del Sur y se utiliza desde la antigüedad para producir colorantes rojos y rosados.
Los colorantes naturales de cochinillas tiene varias ventajas sobre los colorantes sintéticos. Es un colorante muy estable, resistente a la luz, al calor y a los ácidos, además, produce colores brillantes y vibrantes que son difíciles de lograr con colorantes sintéticos.
Usos del colorante procedente de chinchilla
La Cochinilla y su colorante se ha utilizado en la producción de textiles, como lanas y sedas, desde hace más de mil años pero también se utiliza en la industria alimentaria en la actualidad para dar color a alimentos de todo tipo, como dulces, postres, bebidas, productos lácteos y embutidos. Es particularmente común en productos de panadería y confitería, donde se utiliza para producir tonos de rojo, rosa, púrpura y marrón.
Aditivo alimenticio E-120
En la industria alimentaria, el colorante de cochinilla se suele identificar en las etiquetas de ingredientes como «carmín», «ácido carmínico» o «E120», que es el número de identificación del colorante en la lista de aditivos alimentarios aprobados por la Unión Europea.
Aunque la cochinilla es un colorante natural y seguro para su uso en alimentos, algunas personas pueden ser alérgicas a él y otras deciden evitarlo por motivos culturales o incluso éticos como los veganos o culturales.
¿Cómo se extrae el carmín de las Cochinillas?
A pesar de que la producción de carmín a partir de la cochinilla es un proceso laborioso y costoso, sigue siendo una de las fuentes más importantes de colorante rojo natural en la actualidad. Para producir el carmín, las Cochinillas se cosechan, se lavan, se secan y se muelen en polvo. Luego se extrae el pigmento de la cochinilla mediante un proceso químico utilizando ácido sulfúrico. El carmín se separa del líquido y se seca en forma de gránulos o polvo. La dificultad del proceso está aumentando los costes y obligando a buscar nuevas técnicas y materias primas, aunque de momento, ningún rojo es tan bueno como el carmín de las cochinillas.

Otros insectos usados en colorantes
Otro insecto utilizado para producir colorantes alimentarios es la mosca soldado negra, que se encuentra en América del Norte. Se utiliza para producir el colorante negro de humo, que se utiliza en alimentos como pan, galletas y salsas.
Además, el gusano de la harina, una especie de larva de la polilla de la harina, se utiliza para producir un colorante amarillo brillante llamado luteína. La luteína es un pigmento carotenoide que se utiliza en alimentos como huevos, productos de panadería y salsas. Esta sustancia puede tener incluso propiedades médicas y se está investigando su uso en enfermedades oculares.
Alternativas veganas
En un mundo donde cada día importan más los sentimientos y el bienestar de los seres vivos, tienen que existir alternativas y colorantes que no sean extraídos de insectos. Para que te lo imagines, se necesita matar a unas 70.000 cochinillas para producir tan solo 500 gramos de colorante carmín en polvo. Y como es normal, hay detractores y grupos en contra de su uso en la industria de los colorantes.
Por suerte, en la actualidad existen alternativas de origen vegetal que no usan animales de ningún tipo. Como opción vegana se pueden usar extractos de remolacha para conseguir el color rojo, sin embargo esto tiene sus desventajas ya que el color es menos intenso y más frágil ante factores externos.