Insectos comestibles para combatir el hambre y la malnutrición en el mundo
El hambre y la malnutrición son un grave problema que nos persigue como sociedad desde los inicios. No paramos de escuchar que los bichos son nutritivos, sostenibles, fáciles y rentables de criar, entonces, ¿Por qué no los utilizamos para acabar con el hambre en el mundo? A diferencia de otros alimentos, los insectos se pueden criar en cualquier región, necesitan menos inversión inicial, son más sostenibles con el medio ambiente, más eficientes transformando el alimento e incluso pueden llegar a ser más sanos que otras carnes y alimentos.

El problema del hambre y la malnutrición
A pesar de los avances en la agricultura y la producción de alimentos, muchas personas no tienen acceso a una alimentación adecuada y suficiente para satisfacer sus necesidades nutricionales. El hambre es causado por una combinación de factores, incluyendo la pobreza, la falta de acceso a tierras agrícolas, la falta de infraestructura y tecnología agrícola, los conflictos armados, los desastres naturales y el cambio climático.
La malnutrición es otro aspecto importante del problema porque no se trata solo de la falta de alimentos, sino también de la falta de una alimentación equilibrada y diversificada. Muchas personas que no padecen hambre como tal no reciben los nutrientes necesarios para crecer y desarrollarse adecuadamente. La malnutrición puede tener consecuencias graves para la salud, especialmente en los niños, y puede aumentar la vulnerabilidad a enfermedades y disminuir la capacidad de las personas para trabajar y tener una vida productiva.
¿Cuántas personas pasan hambre en el planeta?
Lamentablemente, todavía hay una cantidad significativa de personas que padecen hambre o malnutrición en el mundo. Tal es el problema de hambre en el mundo, que cada 4 segundos una persona muere por falta de alimentos, 900 seres humanos cada hora, casi 22000 al día. Según Unicef y las Naciones Unidas, el porcentaje de personas afectadas por el hambre en 2021 llegó a alcanzar el 9,8% de la población mundial, es decir, unas 828 millones de personas. El número de personas en riesgo de hambre sigue aumentando por los contextos sociales acaecidos en los últimos tiempos como guerra, inflación y problemas de sequía.
¿Cuáles son los países y regiones más afectados?
El hambre y la malnutrición afecta a todo el planeta, incluso los países más desarrollados tienen población pasando hambre y malnutrida. La región más afectada del mundo es el centro y Sur de África con países que tienen más del 35% de la población pasando malnutrición. Madagascar, el Congo, República Centroafricana, Somalia, Tanzania, Kenya o Etiopia son ejemplos de regiones que necesitan ayuda para alimentar a todos los residentes. Pero el problema del hambre no se queda en África, solo en América Latina hay más de 131 millones de personas que pasan hambre a diario. Entre 2019 y 2021, el hambre alcanzó una prevalencia del 7,9 % en América del Sur, 8,4% en Mesoamérica y 16,4% en el Caribe. Asía y Europa están mucho mejor en seguridad alimentaria que las regiones anteriores, aunque aún hay zonas, sobre todo en oriente medio, donde el peligro sigue presente, como Afganistán, Iraq o la India.

¿Podrían los insectos combustibles ser la solución?
Los insectos comestibles han sido propuestos como una posible solución para abordar la seguridad alimentaria y la malnutrición. Esto se debe a que los bichos comestibles son una fuente de proteína rica en nutrientes y tienen una alta tasa de conversión alimentaria. Los insectos requieren menos recursos para producir la misma cantidad de proteína en comparación con otros animales. Tienen la capacidad de reproducirse rápidamente, son resistentes a condiciones ambientales adversas, consumen pocos recursos hídricos, no necesitan mucho espacio ni tierras fértiles y hasta se les puede alimentar con desechos y desperdicios.
El uso de insectos en recetas de comida como solución al hambre no es una panacea y no resolverá todos los problemas relacionados. Aunque los insectos pueden proporcionar una fuente adicional de proteínas y nutrientes, es necesario abordar también las causas subyacentes del hambre, como la pobreza, la falta de acceso a recursos y la desigualdad. Si bien los insectos comestibles pueden ser parte de la solución en determinados contextos, es necesario adoptar un enfoque integral y abordar múltiples aspectos para combatir el hambre y la malnutrición de manera sostenible.
Ventajas de los insectos frente otros alimentos
- Alta eficiencia en la conversión: La producción industrial de insectos requieren menos alimento para producir la misma cantidad de proteína en comparación con otros animales, como el ganado. Esto reduce el uso de tierras fértiles para pastos que podrán usarse para crecer otros alimentos.
- Abundancia y fácil reproducción: Los insectos son abundantes en la naturaleza y se reproducen rápidamente. Son resistentes a condiciones ambientales adversas y pueden criarse en diferentes entornos, lo que facilita su producción a gran escala.
- Baja demanda de recursos naturales: La cría de insectos requiere menos agua, tierra y alimentos en comparación con la cría convencional de animales. Reduciremos la presión sobre los recursos naturales y ayudaremos a mitigar los problemas asociados con la agricultura intensiva, como la deforestación y la escasez de agua.
- Menor contaminación química: La reducción de pastos para alimentar animales evitaría el uso exceso de fertilizantes químicos. Estos productos son un grave problema en la actualidad porque provocan contaminación de tierras y acuíferos.
- Baja emisión de gases efecto invernadero: La cría de insectos emite menos gases de efecto invernadero en comparación con la cría de ganado. Se reducirían las emisiones de metano procedentes de los sistemas digestivos de los animales y el dióxido de carbono del transporte, lo que contribuye a mitigar el cambio climático.
- Variedad y riqueza nutricional: Los insectos contienen una amplia gama de nutrientes, como proteínas de alta calidad, ácidos grasos esenciales, fibras, vitaminas y minerales.
- Baja susceptibilidad a enfermedades: Los insectos tienen una menor incidencia de enfermedades transmisibles a los humanos en comparación con otros animales de granja. Esto reduce el riesgo de brotes de enfermedades y disminuye la necesidad de utilizar antibióticos y medicamentos veterinarios en la cría.
Paso a Paso: ¿Cómo acabar con el hambre usando insectos?
Uno de los objetivos de la Agenda 2030 es acabar por fin con el hambre y la malnutrición en todo el planeta. En comebichos.com creemos que acabar con el hambre usando insectos es posible. Para ello se deben de seguir unas pautas, no sencillas, que implican cooperación, dinero, conocimientos y esfuerzos. Todos juntos con los recursos suficientes podemos lograr la seguridad alimentaria global para acabar con la malnutrición y las muertes asociadas al hambre.
Investigación y desarrollo
Primero de todo nos tenemos que asegurar de que los insectos comestibles pueden ser la solución al hambre. Realizar investigaciones científicas exhaustivas sobre los insectos y sus beneficios nutricionales y ambientales de los insectos comestibles. Fomentar el I+D y la mejora genética para continuar investigando y mejorando los métodos de producción para aumentar su eficiencia y productividad.
Educación social y económica
Se deberá educar a la población general sobre su potencial como fuente de alimento, introducir la alimentación con insectos en la comida infantil, realizar estudios de mercado para identificar las demandas y preferencias de los consumidores. Pero también será importante capacitar a agricultores y comunidades con conocimientos en técnicas de cría. Como hemos dicho, será importante trabajar con el público infantil introduciendo los insectos en programas de alimentación escolar.

Políticas y regulaciones
Como todo lo que entra de nuevo en la sociedad, harán falta leyes para regular su cría, producción y venta, pensando en los posibles peligros de seguridad para los consumidores. También se recomienda desarrollar políticas y regulaciones favorables, como la bajada de impuestos, que estimulen la cría, producción y comercialización de insectos comestibles.
Infraestructura y financiamiento
Establecer infraestructuras adecuadas para el cultivo de insectos, su procesamiento y almacenamiento. Se deberá facilitar el acceso al financiamiento económico para el desarrollo de granjas de insectos comestibles a gran escala. Los gobiernos deberán garantizar el acceso a recursos y tecnologías para superar las barreras que puedan limitar la adopción de la cría de insectos comestibles en comunidades desfavorecidas. Las alianzas público-privada serán necesarias para impulsar producción, distribución y comercialización de insectos comestibles.
Programas de desarrollo rural
No podemos dejar todo a las grandes empresas y granjas masivas de insectos comestibles. Lo ideas sería implementar programas de desarrollo rural que promuevan la cría de insectos comestibles como una fuente de ingresos sostenible para las pequeñas comunidades. Esto aseguraría su supervivencia y autonomía en periodos de crisis y escasez. Los insectos son fáciles de criar y no necesitan grandes requisitos climáticos, por lo que pequeños agricultores se podrían unir a la producción.
Promoción del consumo y marketing
Realizar campañas de sensibilización y promoción para fomentar el consumo de insectos comestibles, resaltando sus beneficios nutricionales y su impacto positivo en el medio ambiente. Aunque una gran parte de la población ya consume insectos, muchos otros sienten aversión o asco a la idea de comerlos de forma regular. El desarrollo de productos que sean atractivos, seguros y fáciles de consumir puede estimular la creación de alimentos procesados y productos derivados de insectos comestibles, así como su aceptación en la sociedad.
Comercialización y acceso
Garantizar el acceso a insectos comestibles a precios asequibles para las comunidades más vulnerables es fundamental para acabar con el hambre en el mundo. Se deberán establecer canales de distribución efectivos, eliminando barreras económicas, tasas, impuestos y otros impedimentos que aumenten el precio del insecto. El gobierno deberá proveer de una buena infraestructura con carreteras y métodos de transporte accesible para un comercio justo. La compra y venta de insectos comestibles deberá ser asequible en cualquier lugar y para todos los bolsillos.
Cooperación internacional
Fomentar la cooperación entre países para intercambiar conocimientos, tecnologías y buenas prácticas será clave en la estrategia global para combatir el hambre. Organizaciones internacionales, gobiernos, sector privado y sociedad civil deben trabajar juntos para implementar políticas y programas efectivos que garanticen los insectos comestibles para toda la población. La unión hace la fuerza, no podremos acabar con el hambre en el mundo de forma individual.
Monitoreo y escalabilidad
Establecer sistemas de evaluación para medir el impacto de las diferentes iniciativas de uso de insectos comestibles en la reducción del hambre y la malnutrición. Fomentar e investigar la escalabilidad en la producción masiva de insectos comestibles. Promover modelos exitosos de cría que sean escalables y replicables en diferentes regiones y contextos.